Berlín !

DSC00399_1500x1125Berlín es una ciudad de contrastes. Entre la decadencia que arrastra encadenada a una guerra ya pasada, resurge en cada esquina con su gente, una mezcla de 129 nacionalidades que le dan vida cada día. Para llegar a ella es fácil haciendo uso de sus tres aeropuertos. Sólo tres horas en el aire nos separan de ella. El aeropuerto de Schoenefield está muy bien comunicado con la ciudad, a unos 20 minutos si se coge el tren, línea S9.

 

Lo mejor para moverse por Berlín es la bicicleta. Pero claro, eso si se va en verano o con buen tiempo, ya que lo normal alli es nieve y temperaturas bajo cero. Entonces la mejor opción es el metro/tren. Son dos líneas independientes, como el cercanías y el metro en Madrid. Son el S-Bahn y el U-Bahn respectivamente. Hay billetes de viaje, a parte del sencillo, de 1, 2 ó 3 días y también un billete Welcome Card que incluye todo el transporte, con una opción (más cara) que además permite la entrada a determinados museos.

 

Berlín fue totalmente destruida durante la II Guerra Mundial, y desgarrada por un muro que la atravesó durante más de 30 años. La parte oriental, antiguamente parte de la pobre RDA comunista seha poblado ahora de una vida cultural muy rica, auspiciada por la conivencia de gentes que comparten sus calles de todas partes del mundo. Lo normal alli es vivir de alquiler compartiendo piso con varias personas. Una vida bohemia que se ve atraida por lo barato que resulta vivir en la capital alemana (comer es un poco más barato que en España, si uno se alejas de la zona guiri).

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Y aunque nueva y pobre, Berlín es una ciudad con muchísima historia. Se puede hacer un tour guiado por ella a un modico precio. La voluntad!

Todos los días parte esta visita desde la plaza de París, famosa por su puerta de Brandemburgo. Recomendado darse una vuelta por los alrededrores del Nikolaikirche (cerca de Alexander Platz y detrás del ayuntamiento) para ver cómo era el Berlín de la preguerra. En cuanto a salir, los berlineses suelen hacerlo por la Oranienstrasse, en la zona de Kreuzberg, una calle llena de garitos donde tomar algo. El más popular y cool es el Luzia, propio para tomarse algo de tranqui en sus sillones o bailar en la pista un rollo house goero. Hay una antigua zona de fábricas reconvertidas en discotecas, todo rollo muy industrial, por la zona de Warschaver. Se recomienda ir con alemanes y no abrir la boca hasta que se esté en la cola del ropero.

 

Imprescindible si se va a Berlín visitar el Pergamon Museum, que alberga, como su nombre indica, el altar de Pérgamo. Además la visita es obligada porque también acoge la puerta al mercado de Mileto y las puertas de Ishtar: la entrada a la ciudad de Babilonia. También se puede ver una muestra de arte babilónico y musulmán (incluso hay una cúpula perteneciente a la Alhambra… estos alemanes…) . Cerca, en la Isla de los Museos, está el Neues Museum, donde se puede ver una de las muestras de arte egipcio más importantes del mundo (junto con las del Louvre, British Museum y el Museo de El Cairo), asi como el famoso busto de Nefertiti.

 

Una visita curiosa es al parque de Treptower (Treptower Park). Los berlineses pasan los días de verano sobre sus praderas a la orilla del Spree, y los turistas nos quedamos asombrados ante el mastodóntico monumento de guerra soviético: una imponente explanada construida sobre las tumbas de 5000 soldados del ejército rojo caídos en la batalla de Berlín, y coronada por una impresionante estatua del soldado libertador (ruso, como no)

 

En definitiva, Berlín es una ciudad con muchos rincones variopintos. Pero lo mejor es la vida que bulle dentro de ella, su carácter bohemio y transgresor, que la han convertido en una de las capitales culturales del mundo.

Alfonso Boza

 

 

Thnks!

 

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